Cuando un matrimonio llega a una situación de divorcio el escenario ideal es que este divorcio se produzca de mutuo acuerdo sin tener que llegar a la vía contenciosa. Esto comporta muchas ventajas para las partes, ahorra problemas y costes y siempre supone un camino menos doloroso emocionalmente que el camino litigioso.
Divorciase de mutuo acuerdo es sencillo y fácil, para llevar a cabo este tipo de divorcio no será necesario emprender grandes procesos ni tener que celebrar juicio. Para llevar un divorcio de mutuo acuerdo tan solo será necesario que las partes presenten la demanda de divorcio con su correspondiente convenio regulador y que las partes ratifiquen ante el juzgado su acuerdo para divorciase legalmente.
El camino es rápido y menos costoso tal y como se comentaba en la vía contenciosa. Además permite que las partes estén representadas por un mismo abogado y asistidas por un mismo procurador con el consecuente ahorro de costes que esto comporta.
Una vez ratificada la petición mutua de divorcio por las dos partes se disolverá el matrimonio, ahora bien, si cualquiera de las partes se desdijera justo antes de la ratificación de su intención de divorciarse, el divorcio de mutuo acuerdo no seria aplicable y correspondería asistir a la vía litigiosa contenciosa.